27 febrero 2009

MIRANDO LAS ESTRELLAS
Mirando las estrellas me di cuenta,
que en cada una de ellas existe un paraíso.
Mirándolas a ellas descubrí la infinidad de cosas que perdemos.
Mirando las estrellas comprendí el valor que no damos a la vida.
Cuando ésta sin querer nos quita cosas,
pensamos que es injusta
y olvidamos que sin ella no seríamos quienes somos.
Hoy sin pensar vi volar una estrella en su gran mundo...
la vi volar sin rumbo y la noté perdida.
Me di cuenta que a veces no sólo en éste mundo existe soledad ...
que ellas también la sienten, como cualquier persona,
pero al menos siguen brillando,
buscando una razón para salir de ella.
En cambio acá, nosotros,
pensamos que estar solos es el fin de la vida;
y no nos damos cuenta que a veces la soledad
nos ayuda a encontrar respuestas que no estaban...
Mirando las estrellas pude ver,
que la felicidad llega en cualquier momento...
que todo se termina en éste mundo, ...
hasta lo más hermoso, ...
hasta lo más molesto y doloroso.
Hoy mirando una estrella, sentí el calor de aquel amor que se fue...
Y descubrí que en ella están los sueños,
los besos y aquel tiempo que se perdió algún día ...
Comprendí que el amor tiene un millón de vueltas ...
Que a veces nos sorprende ... nos da felicidad,
y a veces se transforma en lo peor que hay...
Mirando una de ellas, crecí un poquito más.
Aprendí a sonreír, y a ver la realidad.
Mirando una de ellas, pude ver la verdad:
que no sirve el ORGULLO cuando existe AMISTAD;
que no sirve LLORAR cuando un amor se va;
que no vale la pena aprender a CALLAR;
que no existen FRONTERAS cuando tenemos VIDA !!!!!!!!!

APRENDER A VIVIR, ES LO MEJOR QUE HAY ! ! ! !

02 febrero 2009

EL BUSCADOR(JORGE BUCAY)

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente que encuentra. Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe lo que esta buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir a la ciudad de Kammir. El había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que vinían de un lugar desconocido de si mismo, así que dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó,a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un monton de arboles, pájaros y flores encantadoras; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada... una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspazó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los arboles. Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor.

Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre unas de las piedras, aquella inscripción..:
Abdul Target, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 dias.
Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida.
Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.

Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta que la piedra de al lado tambien tenía una inscripción se acercó a leerla, decía: Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas, el buscador se sintió terriblemente conmocionado.

Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una, empezò a leer las piedras.
Todas tenian inscripciones similares: un nombre y el tiempo exacto del muerto. Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años. Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar

El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó.
Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
-No, ningún familiar -dijo el buscador- ¿que pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?, ¿porque tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿cual es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos !!!!

El anciano se sonrrió y le dijo: -Puede usted serenarse, no hay terrible maldición. Lo que pasa que tenemos una vieja costumbre, le contare. Cuando un joven cumple 15 años sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada ves que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella, a la izquierda, que fue lo disfrutado a la derecha, cuanto tiempo duró el gozo, conoció a su novia, y se enamoro de ella ¿cuanto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, una semana, ¿dos?, tres semanas y media?

Y después...la emociòn del primer beso, el placer maravilloso del primer beso, ¿cuanto duro?, ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana?... ¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo?, ¿y el casamiento de los amigos?, ¿y el viaje mas deseado?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un pais lejano?, ¿cuánto tiempo duró el disfrutar estas situaciones?.

Asi vamos anotando cada momento que disfrutamos, cada momento. Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba,porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido.