24 octubre 2011

Últimamente me encuentro dándole vueltas a un tema. Y es el hecho de ver el mundo que me rodea, de ver a los niños de hoy en día y ver con asombro la cantidad de recursos emocionales y la ausencia de pensamiento crítico que tienen.

El otro día re-descubrí la frase de Ortega y Gasset "yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo".

Las circunstancias que nos rodean hoy en día no son muy deseables en muchos aspectos. La soledad de la sociedad de la información. Podemos estar conectados con millones de personas en un momento, pero hemos perdido el trato personal, los gestos de cariño...Si perdemos algunos valores básicos, si los dejamos morir...Habrá generaciones que ya no vivan con ellos y su circunstancia será diferente, y su personalidad cambiará.

Nos quejamos de las cosas que se están perdiendo, pero está en nuestras manos no dejarlas morir. Sonreír, ser sinceros, no tener miedo a dar un abrazo, un beso, hablar con sinceridad y sencillez al corazón de los que queremos...Todo eso que nos hace profundamente humanos. Porque no somos solo un número o un montón de datos, sino que somos sobretodo somos.

20 octubre 2011

Yo no sé si es porque esta semana no me acabo de encontrar al 100%, por el otoño que hace estragos o qué pero no estoy yo muy allá. ¿Desanimada? No, eso no!!! ¿Agotada? Un poco, pero tampoco he hecho gran cosa. ¿Agobiada? Es cierto que llevo muchas cosas, pero justo esta semana la he tenido más bien tranquila!!!
Desconozco cuál es la razón. ¿Lo mejor? Mis "niñas": Ester, María, Candela, Clara...Consiguen sacarme una sonrisa sincera y de corazón hasta cuando más cansada estoy. Hoy ha sido un día largo y un poco...no sé cómo definirlo. Pero primero con María (qué bien me lo paso con ella la hora y media!), luego Ester y el solfeo y la médula espinal. Y luego el súper abrazo de Candela y la sonrisa de Clara...Son geniales, porque han conseguido que sonría muy a pesar de todo. Gracias chicas!!!os quiero!!!!!!

16 octubre 2011

15 de octubre de 2011

Ayer pasará a mi historia personal como un día que recordar por estar lleno de momentos de los que hacen que la vida merezca la pena. Momentos en los que te das cuenta de la gente que tienes a tu alrededor y que hacen que seas importante.

Ayer, en primer lugar tuve la inmensa suerte de poder compartir el bautizo de una niñita preciosa: Sara. Gracias a sus papás que me invitaron a compartir un momento tan importante. Estoy segura que la pequeñaja crecerá y será un ejemplo para muchos como lo son sus papis Sergio y Marta.

Después...confirmaciones en mi parroquia. Siempre es un momento alegre las confirmaciones, porque quiere decir que, a pesar de todo, hay jóvenes que quieren y aceptan el seguir el reto de ser cristianos hoy en día. Pero además lo viví como madrina de Gemma. Me sorprendió que me eligiera a mi, entre tanta gente que tenía, para ser su madrina, y por eso aún es más especial y mayor mi responsabilidad. Espero poder cumplir las expectativas y estar a su lado de la manera que quiera.

Y por último (y no menos importante), el cumple sorpresa de una GRAN PERSONA (y lo de escribirlo con mayúsculas tiene toda la intención). No era un día sencillo, pero no podía faltar cuando de corazón te invitan a participar de algo así. Me siento feliz de haber aportado mi pequeño granito de arena.

Al final del día, volvía a mi casa agotada, pero inmensamente feliz. Dando gracias porque precisamente estos momentos han venido propiciados por el Espíritu. Dos celebraciones en la iglesia, y la última nos une precisamente eso mismo. Solo daros las gracias mías y de mi corazón porque aunque para vosotros sin duda este día pasará al calendario importante en vuestras vidas, al mío también. Os quiero.