¡¡Madre mía!! ¡Si tenía olvidado este blog!
Ha cambiado bastante mi día a día y mi vida. Entre inglés, oposiciones y nuevo trabajo...
Solo puedo hablar en presente de la cantidad de bendiciones que tengo. Mis chicos que me dan la alegría y me roban una sonrisa y mil cosas buenas más. Mis compis, que me hacen el día a día más fácil, entretenido, de aprendizaje, de crecimiento y de risas y sonrisas...GRACIAS.
En ellos se van la mayor parte de mis horas, pero valen tanto la pena...
Y luego, las personitas que siempre están ahí. En la parroquia, en la falla...gracias por hacerme la vida sencilla y llena de luz.