Tras 15 días fuera de casa...ya tenía ganas de regresar y poder disfrutar un poco de mi familia. Y saborear lo que he disfrutado, aprendido, vivido estos días.


Los días en diócesis me confirman que con esfuerzo e ilusión, somos capaces de tantas cosas....Ya lo puse en mi anterior post: toda una experiencia de fe, y mil gracias a todos los que compartimos la experiencia de ser voluntarios.


Tras los DED: JMJ!!! Creo que me quedo con las eucaristías y oraciones de la diócesis. Y con lo impresionante que resulta ver a tanta y tanta gente (sobretodo jóvenes) unidos por lo mismo. 


Y sobretodo...TAIZÉ. Lo escribo en mayúsculas porque ha sido una experiencia total. A nivel de fe, a nivel personal, de autoestima, de relaciones, de felicidad...He conocido a gente estupenda, he comprendido que con  25 años no es tarde para empezar nada nuevo. He compartido, he reído, he llorado, he sentido, he callado, he reflexionado...Vuelvo agradecida, y en paz, y renovada. Y por más que intento expresarlo...no puedo. Solo gracias!