Esa agradable sensación de sentirte feliz. Volver agotada, con la garganta hecha polvo, pero que es la prueba física de que este finde ha sido genial.
No sé cómo agradecer las ganas, la ilusión compartida...Tantos corazones diferentes unidos por las ganas de pasar un fin de semana diferente. Hemos tenido una princesa y príncipe extraordinarios, y las familias...Sin palabras. Me quedo con 3 momentos: la oración de la noche, la formación de padres y la celebración de después de comer.
Regreso a casa con energía e ilusiones renovadas. Comienzo este adviento con una sonrisa en el corazón y con la tranquilidad que da el recibir tanto.

GRACIAS MIAS Y DE MI CORAZON.