15 enero 2013

corazón

Hoy...hoy quiero hablar de algo que no encuentra palabras, sino que se llena de momentos, personas, gestos, sentimientos... Que no entiende de razón, sino que te marca con su ritmo y te mueve por impulsos.

Rosana le escribe esto:

Es pequeño es sincero 
es tan viejo como bueno 
y tan loco como puedo 
tan feliz tan hechicero 
Es quien guarda cuanto quiero 
quien regala cuanto entrego 
es quien cuida lo que tengo 
quien consigue lo que sueño 
 Es tristeza es deseo 
es tan frágil como tierno 
y tan libre como quiero 
tan desnudo tan ligero 
Es quien dicta cuanto escribo 
quien sentencia cuanto digo 
es quien late y me da vida 
quien me cura tus heridas 

Es quien une y separa 
eso que a pocos sobra 
eso que a ti te falta 
se llama corazón 

Es curioso cómo queremos manejarlo a nuestro antojo, pero es él quien nos da la vuelta a la vida con el ritmo que marca. Como un día puede ser inmensamente desconocido, otro plenamente lleno y otro se parte en mil pedazos.

Gracias por latir, en los buenos y en los malos momentos, por hacerte añicos...porque a pesar de doler, o de saltar de alegría, me demuestras que estás ahí, que estoy viva.

Últimamente, me tienes un poco hecha un lío. Porque me dejas sin respiración o te aceleras, o te paras.  En Roma, opos sí/ opos no, con amigos, sin ellos...

Sé que no vienes con manual de instrucciones, y que solo viviendo, se aprende a vivir contigo. 

Acabo poniendo una canción de hace tiempo. Que no habla específicamente del corazón, pero sí con algo que tiene que ver muy estrechamente. Me gusta mucho y hacía tiempo que no la escuchaba...



No hay comentarios: