02 agosto 2007

Timida...



Otro largo día de agosto que empieza a desaparecer. Buscando por internet, leyendo en blogs conocidos, leyendo a la gente que conozco...estoy pasando las últimas horas que agonizan de este dos de agosto.

Me asomo a la ventana, miro por ella, y aunque la vista no es alentadora para dejarse llevar, me pongo a pensar en varias cosas. Leyendo he topado con la afirmación que los sentimientos nos dan la vida, aunque sean sentimientos encubiertos. Y yo que he sido(y soy) especialista en encubrimientos de sentimientos, de mis propios sentimientos me pregunto ¿se está vivo si se esconde lo que uno realmente siente?.

En ocasiones pienso que sí, que aunque no los proclames a los cuatro vientos, no quiere decir que no sean intensos para ti. En otros momentos pienso que esto no es así. Sólo se vive "a medias" porque a veces he escondido mis sentimientos tratando de guardarlos, como si ignorándolos pudieran esfumarse, como una bola de mercurio que al tocarla se deshace en otras más pequeñas casi hasta desaparecer.

Me pregunto, pienso, reflexiono acerca de los amores imposibles, que nunca lo son al cien por cien, pero que somos nosotros mismos los que los hacemos inalcanzables. Cierro los ojos y pienso en ti. En ti, esa persona que me ha soñado como su imposible; pienso en ti, aquel quien fue mi sueño inalcanzado alguna vez; pienso en ti, quien lo será en un futuro...

¿Sentimos menos? ¿Con menor intensidad? La respuesta es no. Vivimos menos, por callar aquello que nos hace humanos, porque el silencio en ocasiones nos priva de la posibilidad de alcanzar ese sueño. La respuesta es que probablemente sentimos más, porque además de ese amor que callamos sentimos la soledad, el sentimiento de grito ahogado, de sueño inalcanzable.

Y es que los tímidos somos así, capaces de darlo todo por alguien, pero que matamos ese sentimiento por dotar de libertad a las personas que amamos, pensando que, tal vez, estarán mejor lejos de nuestro lado.

Patri


No hay comentarios: