24 octubre 2011

Últimamente me encuentro dándole vueltas a un tema. Y es el hecho de ver el mundo que me rodea, de ver a los niños de hoy en día y ver con asombro la cantidad de recursos emocionales y la ausencia de pensamiento crítico que tienen.

El otro día re-descubrí la frase de Ortega y Gasset "yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo".

Las circunstancias que nos rodean hoy en día no son muy deseables en muchos aspectos. La soledad de la sociedad de la información. Podemos estar conectados con millones de personas en un momento, pero hemos perdido el trato personal, los gestos de cariño...Si perdemos algunos valores básicos, si los dejamos morir...Habrá generaciones que ya no vivan con ellos y su circunstancia será diferente, y su personalidad cambiará.

Nos quejamos de las cosas que se están perdiendo, pero está en nuestras manos no dejarlas morir. Sonreír, ser sinceros, no tener miedo a dar un abrazo, un beso, hablar con sinceridad y sencillez al corazón de los que queremos...Todo eso que nos hace profundamente humanos. Porque no somos solo un número o un montón de datos, sino que somos sobretodo somos.

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