Llego tras un reencuentro con la gente de Berlín. Oración con los hermanos Mikel y Cristian. Llegas a casa con una paz y con una energía a la vez. ¡Cómo se cargan las pilas!¡¡De qué manera!!
Los cantos, las oraciones sencillas, los silencios...Gracias por esta tarde de oración, por traer en medio de todo este ruido y de este mundo que no nos deja pararnos un trocito de Taizé a nuestras vidas. Poder compartir oración con tanta gente, poder disfrutar del silencio...
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