Hoy quería dedicar un poco de mi tiempo a hablar de lo que sucedió el sábado. No tengo palabras que puedan expresar lo que vivimos en el junior. Es cierto que plantamos la semilla hace 15 años (bueno, yo no, pero sí los monitores que con tanta ilusión empezaron). Quince años después estamos con esa misma ilusión o más. Y es que la semilla ha caído en tierra buena, y Dios la ha bendecido con el ciento por uno, porque estamos recogiendo más frutos de los que esperábamos.

Sinceramente, no esperábamos tantos padres y familiares en el festival. Les propusimos participar cantando un par de villancicos y ...aceptaron sin dudar un segundo. Compartieron toda la mañana y se quedaron a comer más de 120 personas entre niños y padres. ¿¿Qué más se puede esperar??

Me siento inmensamente feliz por poder celebrar la Navidad rodeada de esta gente, que sigue creyendo que la Navidad es "algo más" que comer, gastar y ver la TV. Que sienten y se emocionan, y que desde la sencillez de un bocadillo y unas mesas puestas en un pasillo, deciden y apuestan por quedarse a nuestro lado.

Ojalá el 2012 nos siga llenando de bendiciones como estas. Y que os colme de alegrías y motivos para sonreír cada día del año. GRACIAS.